lunes, 21 de marzo de 2011

Semana oscura

Samuel Estrada

Sin sentido, es como hoy puedo calificar la actuación del árbitro que en mi opinión es el más protagonista en los últimos años dentro del futbol mexicano, sí, adivinaron; Marco Antonio Rodríguez, mejor conocido en los bajos mundos futboleros como “chiquidrácula”, “chiquimarco”, “draculín”, entre otros, quien se convirtió en punto de atención de cámaras, reflectores, notas en periódicos, radio y televisión, sin dejar de lado Twitter y Facebook, con infinidad de comentarios hacia él.

Su comportamiento en el partido del fin de semana, se traduce en ese respeto que fue nulo de su parte hacia el juego de las patadas, el partido entre Cruz Azul y Toluca se vio manchado gracias a su desatinado, horrendo y poco criterio que se vio impreso en su triste desempeño.
En dónde queda la afición, en dónde queda el juego, en dónde queda el espectáculo; la verdad, no lo sé. Me pregunto con vehemencia, ¿Qué sentirá Marco Rodríguez? ¿Qué le dirá la comisión de arbitraje? ¿Qué dice la Federación Mexicana de Futbol? Muchas preguntas, respuestas inexistentes…

El señor Rodríguez cuenta con más de diez años de experiencia en los que se ha cruzado con torneos nacionales e internacionales; Copa Mundial sub – 17 en 2003 y 2005, Copa América 2004, Copa Oro 2005, Copa del Mundo 2006 y 2010,  Concachampions y Libertadores, sin olvidar el torneo local. Y diría mi madre, ¿Qué no aprendes?

En la definición del diccionario, el árbitro es la Persona que en las competiciones deportivas cuida de la aplicación del reglamento. Al parecer Marco Antonio Rodríguez se ha olvidado de ello, básico y sencillo. ¿No?

Mucho tendrá que trabajar la comisión, la FEMEXFUT y los árbitros para que haya una profesionalización real de ellos que necesitan de forma urgente un cambio radical. ¡Verdad señor Padilla!

Es tiempo de exigir como aficionado, como amante ferviente de éste deporte, con la preocupación sincera que me causa este problema que afecta de manera directa el accionar de los equipos en cada uno de los partidos, que se tomen las cosas en serio y aunque suene redundante, TRABAJEN.

No me queda más que cerrar los ojos, dar la vuelta a la página y que la oscuridad que impregnaron los árbitros que erraron en sus decisiones el fin de semana que culminó queden atrás, y de hoy en adelante se deje de jugar al silbante, árbitro, nazareno o como usted guste llamarle.

Facebook: http://on.fb.me/ifaKr5   

No hay comentarios:

Publicar un comentario