SAMUEL ESTRADA
Desde esta computadora, frente a este monitor, con la compañía del teclado y también del ratón; he pensado en los últimos minutos “al cuadrado”, me es difícil elegir qué plasmar hoy en letras y palabras.
Mi pensamiento está dividido, y es que por un lado no dejo de pensar en el Toluca; y por otro, en el Tenis de nuestro país, ahora que la Copa Davis visitó Metepec. Sin duda, estoy ¡Hipnotizado por la Pelota!
Primero fijemos la mirada en el futbol, los diablos rojos del Toluca tienen una nueva marca, cinco partidos perdidos de forma consecutiva entre Copa de Campeones de la Concacaf y liga mexicana, lo anterior es para atreverse a decir que muchos estamos sorprendidos, hasta cierto punto alarmados; los rojos son un equipo que en los últimos años nos ha acostumbrado a verlos no perder, a estar en las primeras posiciones, con líderes de goleo y con marcas estupendas en cuanto a los tantos recibidos. Hay que tener calma, paciencia señores.
Hoy, más allá de lo que puede ser el marcador abrumador que le propinaron los michoacanos en el mismísimo infierno, debemos tomar en cuenta que existen las rachas, el cuadro escarlata se encuentra en una mala, y sin lugar a dudas se levantará en las próximas fechas. Además recuerden que en el benevolente futbol mexicano, ganar tres partidos de forma consecutiva, significa estar en la lucha por la liguilla y en una de esas, llegar a estar entre los primeros cinco de la tabla general. ¿O no?
Al conocer la nueva derrota he escuchado palabras de desaliento hacia Sergio Lugo, técnico de los diablos rojos. En lo personal, pienso que no es el momento de que salga de la institución, además de que la directiva del Toluca se caracteriza por dar continuidad y confianza a sus técnicos, estoy seguro que sí hay seguimiento en su trabajo, los frutos vendrán tarde o temprano, ya lo verán.
Por otra parte y cambiando radicalmente de deporte, pero no por eso menos importante y apasionante, el fin de semana que culminó trajo consigo la visita de la Copa Davis al municipio de Metepec. Lamentablemente nuestro país se vio abajo al término de la serie frente a Canadá; ayer en las instalaciones del nuevo estadio Jorge Lozano en el Club Deportivo la Asunción, las diferencias más notorias que su humilde y sincero servidor pudo observar, son la apariencia atlética entre los competidores, el defenderse y no atacar, sin pasar por alto el ranking a nivel mundial.
A México le falta mucho para llegar lejos en el deporte blanco, dejar de ser un deporte elitista, -aunque sigan diciendo que no lo es- poner más énfasis en programas que hagan llegar el deporte a todos en nuestro país y lo más importante, creer que podemos ser los mejores tenísticamente algún día.
Resumido y sin ser pesimista, nuestro país en dicho deporte ha cosechado un fracaso más. Sí uno más.
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