Samuel Estrada
Conmoción es lo que me causó ver la imagen en televisión de Omar Ortiz, el llamado “gato”, quien a mi parecer era un portero de perfil medio que por alguna u otra razón nunca pudo trascender.
Cómo imaginar el futuro de un guardameta, futbolista mexicano, quien es un ejemplo de niños y jóvenes, destinado a verlo detrás de las rejas, simplemente no me cabe en el pensamiento.
No conocemos los factores por los que el ex cancerbero señalaba a la gente para que después fuese secuestrada; tengo la certeza de que no tenía la necesidad de hacerlo, o es que a lo mejor su adicción a la cocaína lo acercó a malas compañías.
No lo sabemos, pero así son las cosas y muchas de ellas pasan entorno al futbol mexicano, quién iba a pensar que el “gato” Ortiz en algún momento fue líder general a lado de Salvador Cabañas con Jaguares de Chiapas.
Con esa cereza en el pastel arrancó la jornada uno de nuestro futbol mexicano.
Ayer los diablos rojos del Club Deportivo Toluca tuvieron su primera prueba del torneo de la mano de Wilson Graniolatti, para el bienestar de los aficionados al cuadro rojo consiguieron iniciar con una alegría en casa.
A decir verdad el marcador suena bastante bueno, contrario a los que su humilde servidor pudo ver en la cancha, y me refiero a las actitudes que en lo colectivo, el equipo de la capital mexiquense me deja ver en el campo.
Sin menospreciar a ningún equipo ni mucho menos, Estudiantes tienen una de las plantillas más limitadas del futbol mexicano, difícil parámetro para calificar con certeza a los escarlatas que verán acción como todos los equipos el siguiente fin de semana enfrentando a las acrecentadas águilas que vienen de ganar a Querétaro, y recibirán al Toluca en el Estadio Azteca.
Es ahí cuando podremos calificar el actuar del actual Toluca, que se medirá –desde mi punto de vista- a una de las plantillas más completas con las que cuenta nuestro balompié, incluyendo a la de Tigres y Cruz Azul que por cierto tienen las mejores marcas de goles permitidos el semestre pasado con 13 y 14 respectivamente, sumado a los rayados de Monterrey que son un equipo completo.
Así es como un torneo más nos alcanza, la vida pasa, las canas crecen; a partir de hoy, estamos a la espera de un nuevo campeón, siempre con la suplica por default de cada temporada. Dejen todo en la cancha –sí, ustedes jugadores profesionales de futbol- por favor.
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