Es lo que esperaba, lo sabía y así, muchos de sus aficionados. Un equipo que no encuentra el gol, que no se identifica con su afición, que no hace pesar su estadio y que ni siquiera la ventaja del factor altura le pudo ayudar como local, difícilmente puede aspirar a cosas que van más allá de la temporada regular.
Después de diecisiete fechas el balance del accionar del Toluca se traduce en una simple y agresiva palabra que habla de lo que fue el trabajo del cuadro rojo en la campaña, MEDIOCRIDAD; que se vio en la mayoría de los partidos, en los veintiún puntos conseguidos, en sus veintisiete goles en contra y en los veintiocho a favor, que se vio en su único partido ganado como local. Es claro, ¡Así no se puede!
La afición roja tiene derecho de estar molesta con su equipo, de exigir un cambio que genere inmediatamente resultados que se vean reflejados la siguiente temporada; Toluca es un equipo grande y no puede darse el lujo de quedar fuera de la etapa que define al campeón del futbol mexicano; muchas personas quieren encontrar al culpable, algunos se refieren a Sergio Lugo, otros a algunos jugadores que en la cancha emanaron displicencia y una falta muy grande de eso que hace la diferencia en cualquier parte, la actitud.
Es fácil y sencillo descifrar quien es el culpable de lo que le ha pasado al cuadro escarlata, a decir verdad, y siendo bastante claro, la responsabilidad no recae en una sola persona, sino en el colectivo que se conforma de Directiva, Cuerpo Técnico, Jugadores y como siempre lo he dicho, de la afición; la culpa es de todos –más o menos como cuando ganas un campeonato, es de todos y para todos- sí, de todos.
El futbol es esto: decepción, tristeza, frustración, desesperación, alegría, llanto, enojo, felicidad, y para no darle más vueltas al asunto, es la vida.
Toluca es el aderezo que hace que las liguillas sean atractivas, muchos hablan de los equipos grandes en popularidad, yo hablo de la grandeza de sus campeonatos, de su crecimiento, de su gente, de su estadio, de la “ciudad del chorizo”, de lo que envuelve a esta gran institución.
Desde este momento los rojos tienen que estudiar lo que hicieron a lo largo de diecisiete jornadas, tendrán que planear con gran rapidez y audacia lo que viene, lo que se necesita, sus refuerzos, los que salgan; sin dudarlo, tendrán que sacudirse ese polvo que en exceso ha hecho que sus piezas no funcionen del todo bien contagiando a las demás.
Así es el futbol de nuestro país, con todo y números bajos –que dan pena- los equipos pueden quedar fuera o dentro del otro torneo llamado liguilla que está a la vuelta de la esquina y que pronto escribirá una página más del futbol mexicano; por lo pronto, se acabó, el tiempo no perdona y sólo nos queda esperar la parte final que por ende definirá al flamante campeón del Clausura 2011.
Facebook: http://on.fb.me/ifaKr5
No hay comentarios:
Publicar un comentario