Samuel Estrada
Excelencia, amistad y respeto, características del fuego panamericano que fue encendido el pasado viernes en Teotihuacán; ayer, Toluca se convirtió en testigo de un suceso histórico en el que deportistas, directivos del deporte, medios de comunicación, y lo más importante, la gente, vivimos el camino hacia el próximo 14 de octubre, cuando el fuego llegue a Jalisco, para la inauguración de los décimo sextos Juegos Panamericanos.
Más de treinta años tuvieron que transcurrir para que la antorcha panamericana regresara a nuestro país, lo más triste del asunto y que percibí a cuadras de distancia durante el recorrido, fue la pobre asistencia de las personas ante tal suceso deportivo, sé que hay factores que en Toluca se dan y son causa de aislamiento de humanos. Domingo nublado es igual a pocas personas en las calles, ayer no fue la excepción.
66 relevos y 20 kilómetros de recorrido que dejó una estela de ilusión, paz, hermandad y respeto. Hoy que nuestro país está herido, secuestrado por la impunidad e inseguridad de salir a las calles sin saber si regresarás, un evento como el de ayer enciende una llama de esperanza que de la mano del deporte busca urgentemente la seguridad y estabilidad del país.
Los Juegos Panamericanos están más que cerca, la imagen que nuestro país proyecte al mundo al albergar tan histórico evento no sólo tendrá repercusiones deportivas sino en todos los aspectos de los que se conforma una nación.
Regresando a lo acontecido ayer en las principales calles y avenidas de Toluca, durante el recorrido que duró bastante tiempo, pude percibir la unión que existe entre los deportistas que ilusionados portaron el fuego panamericano, el momento especial que sólo duró 300 metros por participante fue un éxtasis de emoción y orgullo al ser elegidos para tal evento.
Fue realmente conmovedor el ver a un mexiquense distinguido por su larga trayectoria, Don Fidel Negrete de 79 años, fue el último portador de la antorcha de los Panamericanos ayer en Toluca, con lágrimas en los ojos y el recuerdo de una vida que le dio tanto, y que hoy, le ha dado un giro importante.
Aquí entre nos, les cuento que lo entrevisté hace menos de una semana, le cuestioné acerca del sentimiento que le causaría el ser protagonista de este evento que recorrerá el país; me dijo que se sentía feliz por ser tomado en cuenta, más tarde sus palabras fueron bajando el tono hasta quebrarse, argumentando que siente pena de no poder asistir a los Juegos Panamericanos próximos por su condición económica, la nostalgia de ser una persona mayor lo ha inclinado a pedir apoyo a las autoridades deportivas, que creo yo, deberían valorar a los deportistas que en su momento pusieron el nombre de nuestro México en lo más alto. En fin, sírvase esta columna como llamado a las autoridades deportivas con el fin de apoyar a Don Fidel, que créanme conmovió mis sentimientos periodísticos.
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