Samuel Estrada
Sabemos, conocemos y reconocemos que el futbol mexicano es bondadoso, como amantes de este deporte que en esencia es hermoso, único y que es capaz de encender las pasiones más recónditas de sus aficionados, seguidores y fanáticos; debemos exigir un mejor futbol nacional que se traduce en goles, buenos partidos, equipos obligados a conseguir la mayoría de puntos en disputa, y los más importante, exigir que los clubes den la importancia a cada uno de sus fieles seguidores. Los que viven HIPNOTIZADOS POR LA PELOTA.
La bondad de nuestro balompié se ha hecho presente durante las quince jornadas que hoy han concluido, a la espera de dos más y sin olvidar los torneos pasados; hoy quiero hacer énfasis como al inicio de la temporada, en que se necesita un cambio radical, que va desde directivos, entrenadores, jugadores, promotores, medios de comunicación y afición. Sí, la que va al estadio, la que sufre, la que apuesta, la que gasta, la que se desgasta, la que hace corajes, la que no parpadea y sigue con los colores bien clavados de su equipo.
Si hoy pudiera definir nuestro futbol en una palabra, sería “CHISTOSO”, sí, que causa risa; no es posible que esa bondad antes mencionada sea tan notoria y haga que los equipos que de forma mediocre van sumando “puntitos” sean candidatos para acceder a la liguilla si ganan sus últimos tres partidos de manera consecutiva. Llanamente no lo puedo concebir.
En el programa de radio en el que tengo el gusto de participar, ayer se preguntó a la gente si Toluca merecía calificar a la liguilla después de su triunfo de último minuto ante San Luis y conseguir esos veinte puntos, las respuestas de la gente fueron muy variadas y respetables; en mi opinión, si esto fuera por merecimientos, el cuadro escarlata no debería tener derecho de ingresar a la liguilla. Mediocre es como califico el actuar de los mexiquenses después de quince fechas, no tienen gol, no hay identificación equipo – afición, por momentos juegan bien y muchos momentos hacen lo contrario, así no se puede, la actitud de algunos jugadores es distinta a la de otros torneos. ¿Será que no quieren a su Director Técnico? No lo sé.
Lo que sí sé es que se acerca la liguilla, la sanadora de todos los males que arrastra nuestro futbol, la que hace olvidar el accionar –bueno, regular o malo- de tu equipo, la que deja un campeón, un sub campeón, la que abarrota estadios, en la que se hace presente la reventa, la que mayores ganancias deja, la que ilusiona, la que emociona, la que es de ida y vuelta; en sí, un torneo distinto a la fase regular.
A nosotros como aficionados antes que todo, nos queda seguir exigiendo, pensando y soñando con un futbol que crezca en todos los sentidos, que se fortalezca y no se corrompa ante los malos manejos que conocemos pero que siempre olvidamos.
Facebook: http://on.fb.me/ifaKr5
No hay comentarios:
Publicar un comentario